¿Qué digo? Cómo compartir el evangelio con seguridad

Cuando quieres hablar… pero no sabes cómo empezar

Muchos jóvenes cristianos sienten el deseo de hablar de Cristo, pero se detienen porque piensan:
“¿Y si no sé qué decir?”
Ese temor es más común de lo que imaginas, pero no debería frenar a nadie. Dios no nos dejó sin herramientas; nos dio un mensaje claro, poderoso y transformador: el evangelio.

Romanos 1:16 lo dice así:
“Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree…”

Este mensaje es tan poderoso que no depende de tu experiencia ni de tus palabras perfectas. Solo necesita que estés dispuesto a compartirlo.

¿Qué es exactamente el evangelio?

“El evangelio” significa buena noticia. No es un sistema religioso ni un conjunto de reglas.
Es el anuncio de lo que Jesús hizo para salvarnos.

Según 1 Corintios 15:3-4, el evangelio se resume en:

  • Cristo murió por nuestros pecados

  • Fue sepultado

  • Resucitó al tercer día

Eso es lo que transforma vidas eternas. Cuando compartes eso, estás predicando el evangelio.

Un plan sencillo para compartir el evangelio

Si no sabes cómo empezar, aquí tienes una forma clara y bíblica de guiar la conversación. Este plan funciona para jóvenes, adultos, amigos, familiares o desconocidos.

1. Todos hemos pecado — Romanos 3:23

“Por cuanto todos pecaron…”
Nadie es perfecto. Todos hemos fallado ante Dios.

Puedes preguntar:
“¿Tú crees que alguna vez has pecado contra Dios?”

2. El pecado tiene consecuencias — Romanos 6:23

“La paga del pecado es muerte…”
El pecado nos separa de Dios por la eternidad.

Pregunta útil:
“¿Sabías que el pecado tiene consecuencias eternas?”

3. Dios nos ama y envió a Jesús — Romanos 5:8

Cristo tomó nuestro lugar en la cruz.
Esa es la mejor noticia del mundo.

Pregunta:
“¿Crees que Jesús murió en tu lugar?”

4. Debes recibir a Cristo — Romanos 10:9-10, 13

Saber no es suficiente. Hay que aceptarlo personalmente.

Preguntas:
“¿Te gustaría pedirle a Jesús que te salve?”
“¿Quieres hacer esa decisión ahora mismo?”

¿Y si me hacen preguntas difíciles?

No pasa nada.

Puedes decir con tranquilidad:
“No sé la respuesta, pero la puedo investigar y luego te digo.”

Tu meta no es ganar debates.
Tu meta es presentar a Cristo.

Cómo ganar seguridad al compartir

  • Memoriza los versículos del plan de salvación.

  • Marca tu Biblia para no perderte.

  • Practica explicarlo con un amigo.

  • Ora cada día por valor.

  • Inicia conversaciones sencillas:
    “¿Puedo compartir algo que cambió mi vida?”

Dios usa a jóvenes dispuestos, no a jóvenes perfectos.

Aplicación práctica para esta semana

  • Escribe los 4 pasos del plan de salvación.

  • Practícalos en voz alta.

  • Ora cada día por una oportunidad real de compartir.

  • Comparte el evangelio con alguien si Dios abre la puerta.

Pregúntate:

  • ¿Me avergüenzo del evangelio?

  • ¿Estoy preparado para compartir si hoy tengo la oportunidad?

  • ¿Estoy dispuesto a dejar que Dios use mi voz?

Conclusión

Compartir el evangelio no es complicado cuando tienes claro el mensaje.
Dios no espera el discurso perfecto, solo un corazón dispuesto.
El evangelio es poder de Dios… y tú eres el mensajero.

¿Listo para compartirlo con alguien esta semana?

 

Descarga gratuita de la Lección #3

Aquí puedes obtener la lección completa de Escuela Dominical para jóvenes:
¿Qué digo? Compartiendo el evangelio con seguridad

 
Siguiente
Siguiente

¿Y si no lo hago? El peso de guardar silencio