Ganar almas es ser sabio: viviendo con propósito eterno
Sabiduría que va más allá de los libros
Cuando escuchamos la palabra “sabiduría”, muchos piensan en adultos con experiencia, personas que han vivido mucho o que saben explicar temas profundos de la Biblia. Pero Dios define la sabiduría de una manera diferente —y sorprendente— para cualquier joven que quiere vivir con propósito.
Proverbios 11:30 dice:
“El fruto del justo es árbol de vida; y el que gana almas es sabio.”
Dios llama sabio a quien comparte el evangelio.
No por su edad.
No por su experiencia.
No por cuánta Biblia conoce.
Sino porque está obedeciendo lo que Dios más desea: salvar almas.
Sabiduría bíblica no es saber… es obedecer
La Biblia muestra que la sabiduría real se ve en lo que hacemos, no en lo que sabemos.
Jesús lo enseñó claramente:
“El que oye estas palabras mías y las hace, le compararé a un hombre sabio…” (Mateo 7:24)
Hay personas que saben mucho pero no obedecen.
Y hay jóvenes que saben poco… pero obedecen con todo su corazón.
¿A quién llama sabio Dios?
Al que hace Su voluntad.
Ganar almas es obediencia pura.
¿Por qué ganar almas es un acto de verdadera sabiduría?
1. Porque inviertes en lo eterno
Todo en esta vida se acaba: lo material, lo popular, lo que hoy está de moda.
Pero un alma dura para siempre.
Hablarle a alguien de Cristo es trabajar con el valor más grande del universo.
2. Porque agrada a Dios
Dios envió a Su Hijo para salvar al mundo.
Cuando compartes el evangelio, te unes al corazón mismo de Dios.
3. Porque evita que tu fe se enfríe
Un cristiano que nunca comparte su fe se vuelve pasivo y cómodo.
Ganar almas te mantiene despierto espiritualmente, humilde y dependiente del Señor.
4. Porque muestra madurez espiritual
Hay jóvenes maduros y adultos inmaduros.
La madurez no se mide por la edad… sino por la obediencia.
Ser joven no es un obstáculo; es una ventaja
En la Biblia, Dios usó a jóvenes como:
Timoteo, un líder en la iglesia aun siendo joven
David, que enfrentó a Goliat con valor
Samuel, que sirvió al Señor desde niño
Josías, que buscó a Dios a los 16 años
Dios no espera a que cumplas cierta edad para usarte.
Tu juventud no te limita… te impulsa.
1 Timoteo 4:12 lo dice así:
“Ninguno tenga en poco tu juventud…”
Cómo puede un joven ser sabio ganando almas
Aquí tienes pasos prácticos para vivir esta verdad:
Aprende el plan de salvación
Memoriza versículos clave como Romanos 3:23, 6:23, 5:8, 10:9-10.Ora pidiendo oportunidades
Dios siempre pone personas a nuestro alrededor que necesitan escuchar.Habla con tus amigos, compañeros o familiares
A veces basta con una pregunta simple:
“¿Puedo contarte algo que cambió mi vida?”Participa cuando tu iglesia sale a evangelizar
Aprende observando, participa poco a poco y deja que Dios use tu voz.Sé constante
Los resultados no siempre se ven de inmediato, pero Dios bendice la obediencia fiel.
Aplicación práctica para esta semana
Pregúntate:
¿Estoy usando mi juventud para servir a Dios o para desperdiciar tiempo?
¿Cuándo fue la última vez que hablé de Jesús con alguien?
¿Qué excusas me han frenado?
Reto:
Ora por alguien específico.
Haz una lista de personas que necesitan el evangelio.
Habla con al menos una de ellas esta semana.
Conclusión
Ganar almas no es una actividad extra de la vida cristiana.
Es una expresión de sabiduría eterna.
Dios ve como sabio al joven que comparte a Cristo, aunque apenas esté empezando, aunque tenga nervios, aunque aún esté aprendiendo.
No necesitas ser perfecto.
Solo necesitas estar dispuesto.
¿Quieres ser un joven sabio ante Dios? Entonces empieza a ganar almas.
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Ganar almas es ser sabio