Un joven con propósito: llamados a ganar almas

Vivir para algo que realmente importa

Muchos jóvenes creen que servir a Dios es algo que llegará “cuando estén grandes”, cuando tengan un trabajo, una familia o más experiencia. Pero la Biblia enseña todo lo contrario: Dios quiere usarte desde ahora mismo, en tu etapa de juventud, cuando tienes energía, tiempo y una influencia enorme sobre otras personas.

Eclesiastés 12:1 nos recuerda un mandato claro:
“Acuérdate de tu Creador en los días de tu juventud…”

No es un consejo opcional. Es un llamado directo a vivir con propósito, a dedicar esta etapa de tu vida a algo eterno. Y una de las maneras más significativas de hacerlo es compartiendo el evangelio con otros.

La juventud: el mejor momento para servir a Dios

Cuando vemos la Escritura, encontramos que Dios ha usado a jóvenes de forma poderosa:

  • Samuel sirvió al Señor desde niño.

  • David enfrentó a Goliat con una fe firme desde su juventud.

  • Josías, a los 16 años, comenzó a buscar a Dios con todo su corazón.

  • Timoteo, siendo joven, se convirtió en un líder espiritual clave bajo el discipulado de Pablo.

Ellos no esperaron “otro tiempo”. Dios los llamó en su juventud… y respondieron.

Lo mismo quiere hacer contigo.

¿Qué significa ganar almas?

A veces pensamos que “ganar almas” es algo reservado para pastores, evangelistas o creyentes muy avanzados. Pero bíblicamente, es un llamado para todo cristiano.

Ganar almas significa compartir el evangelio con alguien, con el deseo genuino de que esa persona conozca a Cristo como su Salvador.

Jesús dijo:
“Venid en pos de mí, y os haré pescadores de hombres.” (Mateo 4:19)

No necesitas:

  • Saber toda la Biblia.

  • Ser extrovertido.

  • Tener años de experiencia.

Solo necesitas conocer a Cristo, amar a las personas y estar dispuesto a hablar.

¿Por qué un joven debe ganar almas?

1. Porque las almas se están perdiendo ahora

Jóvenes como tú están viviendo sin esperanza, sin paz y sin Cristo. Algunos quizá jamás escucharán el evangelio si tú no se los compartes.

2. Porque tienes influencia

Muchos jóvenes escucharán más fácilmente a alguien de su edad que a un adulto. Tu voz importa.

3. Porque Dios quiere usarte ya

No hay un requisito de edad para obedecer a Dios.
Si puedes hablar, puedes testificar.

4. Porque te hace crecer espiritualmente

No hay nada más emocionante que ver a Dios obrar por medio de tu vida. Cuando compartes de Cristo, tu fe se fortalece y tu relación con Dios se vuelve más real.

Obstáculos comunes… y cómo vencerlos

Todos hemos sentido temor o inseguridad al hablar de Jesús. Pero puedes vencerlos:

  • “No sé qué decir.”
    Aprende el plan de salvación y usa tu Biblia o un folleto.

  • “Me da pena.”
    Ora por valor. Recuerda que el mensaje no es tuyo, es de Dios.

  • “Nadie me va a tomar en serio.”
    Tu sinceridad, tu testimonio y tu amor abren puertas.

  • “Estoy ocupado.”
    Si tienes tiempo para redes, tareas o amigos, también tienes tiempo para compartir a Cristo.

Aplicación práctica para esta semana

Aquí tienes pasos sencillos que puedes empezar hoy:

  • Ora por un amigo que necesita a Cristo.

  • Escribe su nombre y pídele a Dios una oportunidad para hablarle.

  • Lleva un folleto evangelístico en tu mochila.

  • Pide a un líder que te acompañe si te da nervio hacerlo solo.

Preguntas para reflexionar:

  • ¿Estoy dejándole espacio a Dios para usar mi vida?

  • ¿He hablado alguna vez de Jesús con alguien?

  • ¿Quiero vivir una juventud sin propósito o una vida que impacte eternamente?

Conclusión

Dios no espera a que seas perfecto. Solo espera que estés disponible.
Él quiere usarte hoy, en tu escuela, en tu familia, con tus amigos.

Tu vida puede tener un impacto eterno cuando compartes la esperanza del evangelio.

¿Estás listo para vivir como un joven con propósito?

 

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Un joven con propósito: llamado a ganar almas

 
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