La Voluntad de Dios para Tu Vida
La voluntad de Dios es un concepto que a menudo puede parecer misterioso o inalcanzable para muchos cristianos. Sin embargo, la Biblia nos muestra que conocer y hacer la voluntad de Dios es esencial para nuestra vida espiritual y para experimentar una verdadera relación con Él. En su mensaje, el pastor Noé Montelongo nos lleva a reflexionar sobre la importancia de la voluntad de Dios y cómo podemos alinearnos con ella.
La Importancia de la Voluntad de Dios
Jesús mismo dijo: "Yo no he venido a este mundo para hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me envió" (Juan 6:38). Si él, siendo el Hijo de Dios, priorizó hacer la voluntad del Padre, ¿cuánto más nosotros debemos buscar y obedecer su voluntad?
El apóstol Pablo, en su carta a los Colosenses, enfatiza la oración constante por los creyentes para que sean llenos del conocimiento de la voluntad de Dios:
"Por lo cual también nosotros, desde el día que lo oímos, no cesamos de orar por vosotros y de pedir que seáis llenos del conocimiento de su voluntad en toda sabiduría e inteligencia espiritual" (Colosenses 1:9, RV1960).
Dios desea que todos los cristianos conozcan su voluntad, la consideren en su vida diaria y la cumplan con fidelidad.
La Condición del Hombre sin Dios
Antes de conocer a Cristo, vivíamos esclavizados por el pecado y gobernados por nuestros propios deseos carnales. Efesios 2:1-3 nos dice que andábamos según la corriente de este mundo, haciendo la voluntad de la carne y de los pensamientos.
Sin Cristo, el hombre sigue la voluntad de la carne.
Esclavizados al pecado, sin moralidad ni restricciones.
La carne nos aleja de Dios y nos mantiene en condenación.
Pero Dios, en su misericordia, nos rescató de esta vana manera de vivir para que ahora podamos vivir conforme a su voluntad.
Dios nos Llama a Vivir en su Voluntad
Dios no nos obliga a hacer su voluntad, pero nos da el poder para hacerlo. Cuando Cristo nos salva, nos libera de la esclavitud del pecado y nos da la capacidad de decidir vivir conforme a su voluntad.
1 Pedro 4:2 nos exhorta a no vivir conforme a las concupiscencias de los hombres, sino conforme a la voluntad de Dios.
La decisión es nuestra: podemos seguir viviendo según la carne o podemos entregarnos a Dios y vivir conforme a su plan perfecto para nosotros.
Tipos de Actitudes ante la Voluntad de Dios
Existen tres tipos de actitudes que las personas pueden tomar respecto a la voluntad de Dios:
Ignorar la voluntad de Dios: Algunos no la conocen ni les interesa conocerla.
Conocer la voluntad de Dios, pero no obedecerla: Hay quienes saben lo que Dios espera de ellos, pero eligen seguir su propio camino.
Conocer y obedecer la voluntad de Dios: Estos son los creyentes que encuentran el verdadero sentido de la vida cristiana.
David dijo en el Salmo 40:8: "El hacer tu voluntad, Dios mío, me ha agradado". Cuando probamos y vivimos en la voluntad de Dios, descubrimos que es lo mejor que podemos hacer con nuestra vida.
La Voluntad de Dios es:
Espiritual: Dios quiere que vivamos conforme a sus principios revelados en la Biblia.
Su voluntad es que seamos salvos (1 Timoteo 2:4).
Que nos congreguemos (Hebreos 10:25).
Que llevemos una vida santa y apartada del pecado (1 Tesalonicenses 4:3).
Geográfica: Dios tiene un lugar específico donde quiere que estemos.
La historia de Elimelec y Noemí en Rut nos muestra que salir de la voluntad de Dios geográficamente puede traer consecuencias graves.
Específica: Dios tiene un propósito individual para cada uno de nosotros.
Como el apóstol Pablo en Hechos 9:6, debemos preguntar a Dios: "Señor, ¿qué quieres que yo haga?"
La voluntad de Dios se revela paso a paso; él nos guía en el proceso.
Cómo Conocer la Voluntad de Dios
Dios nos revela su voluntad de varias maneras:
A través de su Palabra: La Biblia contiene principios claros sobre cómo debemos vivir.
A través del Espíritu Santo: Como creyentes, el Espíritu Santo nos guía y nos da discernimiento.
A través del consejo sabio:
Buscar consejo de nuestro pastor.
Escuchar a nuestros padres.
Recibir dirección de cristianos maduros y espirituales.
Conclusión
La voluntad de Dios es el camino más seguro y satisfactorio para nuestra vida. No es una carga, sino una bendición.
Jesús nos dio el ejemplo al decir: "No se haga mi voluntad, sino la tuya" (Lucas 22:42). Como cristianos, debemos aprender a orar de la misma manera y someternos con fe a la dirección de Dios.
Recuerda: "El mundo pasa, y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre" (1 Juan 2:17).