Has estado asistiendo a tu iglesia durante más de un año, y es probable que te sientas parte de la comunidad en este punto. Has participado en servicios, has conocido a otros miembros y tal vez has sentido el deseo de involucrarte aún más. Uno de los roles importantes dentro de la iglesia es el del equipo de bienvenida, aquellos que dan la bienvenida a los visitantes y miembros en los servicios. Aunque eres un miembro establecido, hay lecciones valiosas que puedes aprender de los principios que los nuevos miembros de iglesia deben saber. Aquí hay 10 consejos que pueden ayudarte a enriquecer tu experiencia y participación en la iglesia:

 

1. Honra a los Miembros y Visitantes

Recuerda que cada miembro de la iglesia y visitante que llega al edificio es un ser humano. Algunos prefieren el anonimato, mientras que otros esperan ver un rostro amigable cuando ingresan a un lugar desconocido. Las acciones y palabras que emplees mostrarán ya sea honor o falta de respeto. Siéntete comprometido a encontrar maneras de honrar a los visitantes en tu saludo.

 

2. Di Más que "Hola"

Cuando saludas a las personas en la iglesia, esfuérzate por decir más que simplemente "hola". Hay muchas maneras de dar la bienvenida de una manera más cálida y acogedora. Puedes usar frases como:

  • Bienvenido a nuestra iglesia.

  • Nos alegra que estés aquí.

  • Bienvenido a casa.

  • Es bueno verte hoy.

  • Bienvenido a nuestra familia.

  • ¿Podemos ayudarte a encontrar dónde llevar a tus hijos?

 

3. Saluda a las Personas Después del Servicio

Incluso si llevas a penas un año en la iglesia, aún puedes participar en dar despedir a las personas después del servicio. Si tu iglesia es más pequeña, es posible que ya conozcas a los visitantes por primera vez. En iglesias más grandes, puedes hacerlo aún más accesible al estar disponible en las salidas. Observa a aquellos que parecen un poco desubicados, que buscan señales o que se ven incómodos. No abandones tu papel después de que comience el servicio; también saluda a las personas cuando se van.

 

4. Ofrece Orar con Visitantes, si es Apropiado

Si estás conversando con un visitante después del servicio, escucha atentamente si hay algo por lo que puedas orar. No intentes forzar una oportunidad de oración, pero muestra interés genuino. Ofrece orar con tu invitado antes de que se vaya si es apropiado y ora algo breve y sencillo antes de separarte. Esta puede ser una oportunidad para demostrar cuidado y permitir que Dios actúe.

 

5. Ayuda a los Visitantes a Saber Dónde Ir

Si eres capaz de reconocer a un visitante cuando llega a la iglesia, ofrécele ayuda para encontrar su lugar en el auditorio o las áreas importantes. Algunos visitantes pueden no estar familiarizados con las instalaciones de la iglesia, así que ofrece tu orientación amablemente. Incluso en iglesias más grandes, tu ayuda puede marcar la diferencia.

 

6. Sonríe

Una sonrisa genuina es un componente esencial de dar la bienvenida a las personas en la iglesia. Aunque puedas sentirte cómodo en tu comunidad, recuerda que para los nuevos visitantes, tu sonrisa puede hacer que se sientan bienvenidos y aceptados. No subestimes el poder de una sonrisa cálida.

 

7. Proporciona Literatura o Boletines

Si tu iglesia proporciona himnarios, biblias o boletines, ofrécelos a las personas con una sonrisa y mantén contacto visual. Este es un momento para enfocarte en las necesidades de los demás, no para hablar sobre temas irrelevantes. Haz un esfuerzo por notar a las personas y brindarles los recursos que necesitan.

 

8. Ora

A pesar de que no seas un ujier de iglesia en el sentido tradicional, recuerda que eres parte de la experiencia de bienvenida en tu iglesia. Un proceso de bienvenida efectivo puede preparar el camino para la obra que Dios quiere hacer en la vida de los visitantes. Ora por los visitantes que Dios traerá a tu iglesia y también por tu propio papel en este proceso.

 

9. Cuida Especialmente a los Ancianos

Si tienes miembros mayores en tu iglesia, demuéstrales respeto y honor. Muchas veces, han invertido mucho tiempo en servir y contribuir a la iglesia. Si necesitan asistencia, asegúrate de ofrecer tu ayuda con amabilidad.

 

10. Cuida Especialmente a los Niños

No te olvides de saludar a los niños también. Pueden sentirse más nerviosos que los adultos cuando asisten a un lugar nuevo. Dedica tiempo para saludar a los niños personalmente, hacer contacto visual con ellos y darles un apretón de manos. Demuéstrales que son bienvenidos y apreciados en la iglesia.

Aunque puedas haber estado en la iglesia durante más de un año, siempre hay formas de contribuir y hacer que la experiencia de la iglesia sea más acogedora para los demás. La hospitalidad en la iglesia es una parte importante de construir una comunidad amorosa y unida. ¡Dios te bendiga mientras continúas siendo una parte valiosa de tu iglesia!

 

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